Oír es conocer
En el órgano de difusión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes “Creando Chile” N 6, en el artículo Cultura y Educación; Claves para mejorar la calidad de la enseñanza (pág. 10), se entregan datos interesantes a tener en consideración con relación a los positivos efectos que provoca la práctica de la música al interior de los colegios;
“La música, es la disciplina que recoge más del 50 por ciento de los proyectos que se presentan al Fondo, (Fondo Nacional de Escuelas Artísticas) seguida por las artes visuales”.
Canalizar aptitudes hacia talleres artísticos y culturales u optar por una formación académica de esa índole ha mejorado ostensiblemente la calidad de la convivencia escolar. En los establecimientos que aplican talleres se aprecia una disminución considerable en caso de maltrato, y en los propiamente artísticos existe baja conflictividad interna, un ambiente de disciplina, respeto y permanente trabajo en equipo que genera una mejora en la autoestima y promueve una favorable interacción social.
Estas condiciones ambientales mejoran el rendimiento académico. Los últimos informes en prueba SIMCE (que mide conocimientos en lenguajes, matemáticas y ciencias en 4° y 8° básico y segundo medio) indican que, sistemáticamente, los establecimientos artísticos han obtenido puntajes superiores a sus similares “tradicionales” en mediciones nacionales, alcanzando puntajes regionales. Lo anterior genera inmediatamente otro efecto positivo que se manifiesta en una creciente demanda de matrículas que supera el 400% de la oferta real, versus una baja ostensible en las matrículas de escuelas y liceos municipales en los últimos 15 años.
Buenas razones para que los establecimientos educacionales incentiven cada vez más las prácticas artísticas y que nuestros niños y jóvenes puedan sacar ventaja de sus beneficios.
“La música, es la disciplina que recoge más del 50 por ciento de los proyectos que se presentan al Fondo, (Fondo Nacional de Escuelas Artísticas) seguida por las artes visuales”.
Canalizar aptitudes hacia talleres artísticos y culturales u optar por una formación académica de esa índole ha mejorado ostensiblemente la calidad de la convivencia escolar. En los establecimientos que aplican talleres se aprecia una disminución considerable en caso de maltrato, y en los propiamente artísticos existe baja conflictividad interna, un ambiente de disciplina, respeto y permanente trabajo en equipo que genera una mejora en la autoestima y promueve una favorable interacción social.
Estas condiciones ambientales mejoran el rendimiento académico. Los últimos informes en prueba SIMCE (que mide conocimientos en lenguajes, matemáticas y ciencias en 4° y 8° básico y segundo medio) indican que, sistemáticamente, los establecimientos artísticos han obtenido puntajes superiores a sus similares “tradicionales” en mediciones nacionales, alcanzando puntajes regionales. Lo anterior genera inmediatamente otro efecto positivo que se manifiesta en una creciente demanda de matrículas que supera el 400% de la oferta real, versus una baja ostensible en las matrículas de escuelas y liceos municipales en los últimos 15 años.
Buenas razones para que los establecimientos educacionales incentiven cada vez más las prácticas artísticas y que nuestros niños y jóvenes puedan sacar ventaja de sus beneficios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.